A quien pueda interesar.

Puedo ser tu compañero existencial o tu pareja cósmica, eso depende de factores en los que ni tú ni yo podemos interferir del todo, es algo en lo que nos vemos envueltos y aceptamos. Te pido que no me exijas ser tu novio o tu esposo, aclaro de antemano que no quiero serlo. Tampoco quiero pasar el resto de mis días a tu lado; quiero tener mis días a solas, días grises, días con otra mujer, días en los que decido no salir de casa y embriagarme con licor o drogas o de tantos cigarrillos.

Si al llegar la noche estamos juntos, aprovecharemos la energía lunar para llevar a cabo mi ritual: follaremos hasta reventarnos y permitirás, sólo durante el ritual, ser tratada por mí como una perra, y antes de que el Sol asome sus primeros rayos y atraviesen los cristales de la casa o el hotel, tendremos una conversación tan excitante que volveremos a reventarnos los labios y la espalda hasta que ya las cortinas se bañen con una irritante fluorescencia que nos devolverá el silencio y la alegría de cuando éramos sin haber nacido.

De llegar a exigirte algo, es simple: no abandones el arte. Quiero verte dibujar y ver tus dibujos; quiero verte pintar y ver tus pinturas; quiero verte escribir y leer tus poemas; quiero escucharte cantar a gritos; quiero ver las fotografías que tomas y en las que apareces desnuda; quiero verte bailar sin música y con ella; quiero verte acariciar tus instrumentos musicales y escuchar sus voces al tocarlos. Quiero verte hacerlo todo, es simple.

¡Ah!, y que respetes mi condición de humano
 y las terribles ganas de desaparecer
 sin dejar rastro.

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