Amor, no me olvides.
Sigiloso fue nuestro amor antes de tocar la puerta, pero para sorpresas del destino, ésta ya estaba abierta. Te dí la bienvenida a mí, como quien ya se esperaba, a pesar de que no, yo sin conocerte te deseaba. Me convertí en lo que siempre creí no poder ser, me hice día en tus noches, y cielo abierto en tus mañanas cada amanecer. Te tomé de la mano y aprecié como a una dama, primero te amé, después te llevé a la cama. Juntos rozamos piel, alma y gloria, aún mantengo el secreto vivo en los recuerdos de mi memoria. A veces casi siempre vivimos mucho más de lo narrado, y como si fuese poco, aún sigues tú estando a mi lado. No existe sol más lindo que el que se refleja en tus ojos, ni mejores labios con sabor a fresa como son los tuyos, color rojo. No existe sonrisa más pura como la que veo en ti, siempre que me besas, sonríes y me miras, me haces un tanto más feliz. Conservo nuestro amor como mi mejor tesoro, no sólo eres mi novia, también eres mi