Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2012

Rastros del otoño del ayer.

Imagen
Hoy mis recuerdos vuelan sobre alguna nube de papel, intentando encontrar el aire que se desvaneció junto a tu adiós. Hacen falta tus suspiros para poder respirar, tus labios para quedarme sin aliento, tu piel sobre mi piel para hacerle saber a esta vida, que aún sé lo que es vivir. Cada árbol me regala hojas de papel en blanco para recordarte, para escribirte, para hacerte saber que sigo vivo. Este sol de primavera me recuerda cuando tus labios jugaban a regar mis sentimientos, hasta hacerlos crecer y florecer hacia lo alto. Hoy mi voz no es suficiente, por eso callo, por eso escribo lo que siento. Mis ojos brillan, no igual que antes, al igual que ayer, siguen en la lucha de no poder volver a verte, de no poder volver a hallar en ti, su oscuro reflejo. Conservo tus recuerdos como mi mejor ceniza, como la mejor manera de sentir tu adiós. Te veo en mis sueños, al cerrar los ojos, al volver atrás; al intentar volverte a ver, no te veo más, no te encuentro, no te hallo. La luz que brilla

De caída a un abismal de pasión pasada.

Imagen
Allí está, algún recuerdo intentando interrumpir mi insomnio, mi tiempo, mi noche y mi pensar. Las horas son frágiles, el reloj parece moverse de lugar, parece estar dentro de mí; el sonido de sus agujas es cada vez más denso, marcha rápido y al revés. Veo la noche volverse día, los gallos ya no cantan, los grillos se fueron, me siento en silencio, solo, cayendo en un abismo. Cierro los ojos para no verte, y te veo dentro de mí, dejo de respirar parar no sentir tu aroma y la oigo pasar frente a mí; abro los ojos, ya no hay nada, sólo silencio, sólo soledad. Camino a la ventana, fijo mi mirada hacia lo alto, no observo nada; no hay nubes, no hay estrellas, no hay cielo, no hay nada que mirar. Ahora, tras un momento de continuo silencio, el reloj cae al suelo, rompe en dos, haciendo un desdoblamiento del tiempo, he aquí, dos maneras de mirar la vida. El abismo es cada vez más grande, parece ser que en algún lugar de la trama, he caído al vacío. Estoy aquí, justo al frente de ti. Mi mirad

Carta al pasado.

Imagen
Hola ¿Cómo te va? Hace letras que no te escribía. Hoy al despertar lloré tu recuerdo, te echo de menos desde mi olvido. Escribo sobre alguna nube de papel acá en la tierra, el viento se encargará de soplar hasta ti, esta carta. Hace otoños que mis sentimientos están marchitos y en el suelo, hay piedras sobre ellos, y algunos cientos de obstáculos a los cuales no les encuentro definición. Ayer creí leerte sobre las líneas de un poema, pero no eras tú, era yo, me siento confundido. Estoy lleno de un vacío el cual te pertenece a ti, siempre fue tuyo, y aún lo es. Las canas no se reflejan en mí, sin embargo, he aprendido lo suficiente. Hace ya tantos latidos que mi corazón está muerto, sepultado sobre un cuerpo que envejece, un cuerpo que fue hecho para ti. Llevo tus heridas sobre mi piel, dándole riendas al ardor de un dolor, que muy bien se ve sobre el reflejo de un espejo. Intento olvidar tu recuerdo, sólo consigo recordar tu olvido. He seguido mi camino, aunque aveces imagino que mi c